05. Balsas

Balsas en Leatxe hay unas cuantas: La balsa Vieja, la Nueva, la de Lordia, la de la Losa, la del Boj, etc.

Unas son naturales, otras se han hecho con medios mecánicos y el denominador común es que sirvan para abrevar al ganado.

En ellas hay una fauna y flora de lo más variado y el nivel de agua depende del caudal que brote del manantial que las alimenta, de la lluvia en otros casos y de la permeabilidad del suelo.
En el paraje de la Senda existían en los años 80 tres balsas que se alimentaban exclusivamente del agua de lluvia. Los efectos del cambio climático se están notando porque ahora raramente tienen agua.

El suelo en el que se asientan es bural, tierra blanca caliza que mantiene el agua sin filtrarse.
En los años 80 había bastante agua en ellas y los que teníamos en aquella época, 10, 12, o 14 años subíamos allí a pescar, jugar y pasar el rato. Había cantidad de seres acuáticos (sobre todo renacuajos) y allí vivíamos aventuras increíbles.
La primera aventura era llegar allí porque había que salir de casa sin que supieran a dónde ibas porque estaba muy lejos y te podías perder. Los caminos no estaban como ahora (eran de tierra) y nuestras rudimentarias bicicletas poco podían hacer.

Las balsas estaban junto a un camino de tierra de poco tránsito. No era de los principales. Y después de hacer la concentración parcelaria y reordenar los caminos han quedado lejos de la pista.

Con el paso de los años van perdiendo su relieve, y las lluvias y nevadas cada vez más escasas están provocando su desaparición.
Sólo permanecen vivas en nuestro recuerdo.