14. Entrehuertos
Todos las familias tenían su huerto, vecinos unos de otros, alrededor del pequeño canal de agua.
Gracias al huerto los vecinos se nutrían de verduras variadas todo el año.
Había que ir todos los días, “aunque sea a decir buenos días”.
Pero los tiempos cambian y los huertos también.
Algunos simplemente desaparecieron, porque sus dueños fallecieron o emigraron a otros lugares.
Varios siguen como siempre, minuciosamente cuidados, generosos con sus dueños.
Otros no necesitan tanto, porque la familia es más pequeña, o van solo el fin de semana.
Y algunos lo han convertido en su espacio de esparcimiento, creando un precioso huerto-jardín.
Pero sigue siendo una delicia ir a cotillear.
Siempre habrá alguien, siempre habrá novedades, siempre habrá olor a flores…